Soy un showman y mañana (por hoy) podréis comprobarlo; no soy sólo un cantante, me gusta hacer el payaso sobre el escenario». Con esta declaración de intenciones se presenta Diego Torres, un cantante bonaerense, artista por naturaleza y porque le viene de una familia con raíces asturianas e italianas. Actualmente vive una época de gran éxito en España y esta noche actuará por primera vez en Eivissa, una isla que tenía ganas de visitar «para conocer aquello de lo que tantas veces he oído hablar».
Diego Torres y los diez músicos que le acompañan ofrecerán un concierto que repasará principalmente temas de sus dos últimos discos, «Tal cual es» y el más reciente «Un mundo diferente», en el que se incluye el coreado éxito «Color Esperanza».
Tajante, el artista deja claro que su éxito en España «es producto del trabajo duro» y no acepta que se relacione al programa Operación Triunfo, en el que tantas veces los concursantes cantaron «Color esperanza». «Creo que sería absurdo y desagradecido pensar eso porque ha habido canciones como «Penélope» o «La última noche», que también sonaron mucho aquí- explica -; 'Operación Triunfo' es un fenómeno televisivo que no tiene nada que ver con el origen de mi carrera».
Asegura que el popular tema ha llegado a convertirse en un himno en toda América. «Empezó en Argentina a causa de la crisis, pero después llegó a otros países; en Venezuela fue la canción bandera contra Chávez y en Colombia fue usada en contra de los ataques terroristas».
Su trabajo en España continúa y ahora prepara una grabación para el segundo disco de «Tatuaje», en el que interpretará una versión de «Zarzamora». Además, está pendiente la grabación de un disco en directo con sus canciones más importantes y con la colaboración de la cadena MTV. Torres se ha labrado también una carrera como actor. «Últimamente he rodado 'El juego de Arcibel' con Darío Grandinetti, Juan Diego y Juan Echanove, que espero que se estrene pronto aquí». S. Yturriaga
«El sistema nos vende una nueva profesión que es la ser famoso; yo intento sobrevivir en esta época basada en el éxito», afirma el cantante, asustado por la dedicación de las televisiones españolas «al cotilleo sobre gente que no es nadie». «Si uno quiere proponer algo no hay espacio, una excepción fue la del programa de Pedro Ruiz, 'La noche abierta».
Su nombre también ha estado unido al del Papa Juan Pablo II, para quien cantó en España. «No me interesa ninguna religión, creo en Dios aunque desde otro lugar; pero fue especial, se confirmó justo al año de la muerte de mi madre y para mí fue algo causal, no casual».