Pérdidas de negocio y molestias para residentes en la zona y viandantes. Los vecinos de las calles Bartolomé Vicente Ramón, Pedro de Portugal, Vicente Cuervo, Juan de Austria y Ramon i Cajal (juntas conforman la Asociación de Vecinos del Eixample) han montado en cólera. Su portavoz, Juana López, explica que los obreros «han dejado los trabajos de las pluviales abandonados», dejando por medio tubos de enormes dimensiones y tierra, «como si las calles fuesen un enorme almacén». Los negocios «necesitan que la gente pase y se quede a comprar o a comer; sin eso se hunden», dicen.
Los vecinos han llevado su protesta al Ayuntamiento de Eivissa y, aunque valoran las muestras de apoyo que les han brindado, como incrementar la iluminación o los permisos para poder colocar jardineras, consideran que los plazos se han extendido demasiado porque las obras comenzaron a principios de octubre y todavía están sin acabar. «Si los vecinos pudiésemos mover los tubos y llevarlos hasta el puerto lo haríamos pero hace falta una grúa», ironizaba ayer la portavoz del colectivo.
Este año sólo se ha librado de las obras la calle Juan de Austria, «que ya estuvo en obras el año pasado con unas aceras nuevas que ahora han destrozado».