Dos directivos del Club Ciclista San Antonio tuvieron la idea de localizar e invitar a Sergio Gil, una de las víctimas de los atentados del 11-M, a pasar un días de relax en Eivissa y a disfrutar de un descanso y cierto aislamiento, que no ha podido tener al verse involucrado en una masacre sin precedentes.
Victoriano Ruiz y José María Costa fueron los que tuvieron la idea, pero el club prefirió no hacer pública esta iniciativa por entender que era una iniciativa que debía mantenerse en el anonimato. Ruiz y Costa tuvieron la idea a raíz de las primeras declaraciones de Sergio en las que manifestaba su pasión por el ciclismo.
Hasta hace poco el nombre de Sergio podía ser uno más en el listín de teléfonos, pero ayer en una entrevista a «El País» Sergio Gil, que trabaja de 'mozo' en el Banco de España, aparcó por un día su privacidad.
Es un protagonista involuntario de la actualidad porque un grupo de terroristas decidió atentar en Madrid el pasado 11 de marzo y, por ello, su rostro ensangrentado dio la vuelta al mundo en sólo unas horas.
Sergio tiene aún molestias en el hombro y no sabe si podrá viajar a Eivissa, pero el padre del muchacho es optimista y cree que podrá venir. Así lo indicó ayer al presidente del club sanantoniense Juanjo Planells, quien reiteró que todos los que forman la entidad preferían mantenerse en el anonimato. Planells explicó que así se ahorraban malentendidos porque nadie en el club quiere que se interprete mal su intención al invitar a Sergio.
«Queríamos que fuera uno más en el grupo por unos días; que viniera a correr por los caminos de la isla de forma anónima, sin publicidad», afirmó Planells, quien se vio obligado a romper el silencio por las entrevistas concedidas por el chaval a «El País» y Antena 3 TV, en las que el chico hacía mención a esta iniciativa ibicenca.
Susana Mañogil Campoy