El conseller de Turisme, Joan Flaquer, hizo ayer público el compromiso de compra de Can Toni de Portmany con fondos del remanente del ya desaparecido impuesto turístico o ecotasa. Se trata de la primera adquisición de un inmueble en Eivissa con fondos de este impuesto. El próximo martes el Govern y los propietarios del edificio firmarán el acuerdo de compra por un valor de 336.000 euros (unos 56 millones de pesetas).
«Desde el Ayuntamiento de Sant Antoni y desde el núcleo de Sant Rafel se había mostrado un interés específico por la adquisición de este inmueble», señaló el conseller, que explicó que se trata de una antigua casa de arquitectura colonial de los años 30 y que está declarada Bien de Interés Cultural. Sant Antoni podrá dedicar esta instalación a un uso cultural «ya que en estos momentos en el núcleo de Sant Rafel no existe una infraestructura dedicada específicamente a estos temas», señaló Flaquer, que añadió que «es una adquisición útil y rentable desde el punto de vista social y cultural para los habitantes de este núcleo». Por su parte el alcalde de Sant Antoni, José Sala, que acudió a la presentación oficial del proyecto, aseguró sentirse «satisfecho» por esta medida y anunció que el primer uso cultural y público que se espera dar a este edificio es el de biblioteca.