El alcalde Juanma Costa destacó ayer que se tratan de «los presupuestos más elevados de la historia del Consistorio de Formentera con un 44% dedicado a las inversiones reales (aunque salvo error el porcentaje es del 33%), lo cual indica, que son unos presupuestos pensados para la sociedad de Formentera ya que implica que los impuestos revierten directamente en actuaciones físicas y palpables». La COP, por el contrario los considera que pueden ser ilegales «por cuanto existen transferencias del Consell para determinados apartados, como deportes, que no quedan reflejadas o si lo hacen, es en una menor cuantía del traspaso, lo cual supondría una indebida utilización de fondos públicos que invalidarían los presupuestos», según el concejal de la COP Felip Portas.
A la hora de hacer una evaluación de los números municipales para 2004, Costa destacó el aumento en el gasto de personal, explicando que ello es posible gracias a los convenios con distintas administraciones que permitirán contratar policía turística, ayuda domiciliaria, técnicos superiores en derecho y en mediación laboral para el área de urbanismo y para el funcionamiento interno del Consistorio, así como personal para la oficina del SOIB, el Centre Balears Europa, la oficina de Atención al Ciudadano y las brigadas verde y de mantenimiento.
El turismo italiano a debate
Uno de los aspectos en el que más controversia hubo fue a la hora
de explicar y valorar los números del área de turismo, que
oficialmente son de 325.00 euros, pero que con las partidas no
reflejadas en los presupuestos se eleva a casi 700.000, por las
ayudas del Govern y Consell en la campaña de promoción a través del
equipo de fútbol del Milán. Valladolid reprochó al líder de la
oposición, Isidor Torres, que días atrás votara en contra de las
cuentas del Patronat de Turisme porque esto significaba «votar en
contra de más promoción, más turismo de calidad, y mayor limpieza
del litoral». La COP le recordó la premura con la que se
presentaron esas cuentas y que existe una excesiva dependencia y
voluntad de promoción centrada en el mercado turístico italiano,
«cuando habría que intentar recuperar otros mercados, como el
alemán, francés u holandés», dijo Portas.