Los arcenes de las principales carreteras de Formentera se encuentran, en este momento, invadidos por todo tipo de maleza, hierbajos y matas que causan problemas a los vehículos que circulan por la isla.
Es una situación complicada porque se produce en una época en que la circulación ha crecido de forma geométrica a causa del turismo. Esta circunstancia genera dos tipos de problemas que confluyen en la hipotética siniestralidad de las vías principales de la isla ya que por un lado las matas impiden la visión de los conductores desde la carretera a los caminos de acceso a la misma y, paralelamente, supone que quienes han de acceder a las carreteras principales han de extremar las precauciones, circunstancia que no siempre se da. Por ello no es extraño ver rastros de colisiones en multitud de cruces de Formentera.
'Parets seques'
Cierto es que la culpa no es prima facie del Consell Insular y del
Consistorio de Formentera como responsables de las principales vías
y de los caminos respectivamente; en este caso debe quedar claro
que la mayoría de las intersecciones están condicionadas por los
trazados de los antiguos caminos que, en su mayor parte quedan
delimitados por las conocidas parets seques que impiden la mejora
de trazados y accesos.
No obstante sí es responsabilidad institucional la limpieza de los arcenes que en esta época muestran su exuberancia habitual con todo tipo de hierbas que, dependiendo de la especie, pueden llegar a tener hasta metro y medio de altura; cierto es que hace unos meses se efectuó una limpieza de los arcenes, cuando el tráfico era escaso, pero como sucede año tras año, no se arbitran soluciones que impidan el crecimiento o desarrollo de maleza diversa en los arcenes de carreteras como la PM-820, que va de la Savina a la Mola, con mención especial en el tramo entre Sant Ferran y es Caló, o las carreteras que van a es Cap de Barbaria con su desvío a Cala Saona y algunos tramos de la que discurre entre la Savina y es Pujols.