Pedro Matutes fue reelegido ayer en asamblea como presidente de la Federación Empresarial Hotelera hasta 2006. «Desgraciadamente -bromeó Matutes- no se han presentado candidaturas alternativas». La votación fue por unanimidad, salvo por el empresario Xavier Cabau, que antes de expresar el apoyo pidió explicaciones sobre cómo le afectaba la carretera de Sant Antonio a sus establecimientos.
El gran problema «interno» que quedó patente en la asamblea de ayer es que «las administraciones públicas no hacen su trabajo como toca y no son capaces de tener los temas básicos del turismo asegurados como limpieza de playas, seguridad, calidad del agua», dijo y criticó casos concretos como que un hotel de Santa Eulària «tenga que colocar un generador para poder tener aire acondicionado». Está bien plantearse un auditorio en Santa Eulària o la museización de Dalt Vila «pero antes hay que tener las playas limpias en abril porque, además, el 99 por ciento de las cosas que son buenas para los turistas son buenas para los residentes».
Los hoteleros también se mostraron preocupados porque «se ha degradado socialmente la figura del empresario turístico y del propio turista», dijo Matutes, que remarcó que el visitante «no es una vaca que hay que exprimir al máximo, sino que hay que preocuparse de que esté satisfecho». Si no es así, «no volverá, porque hay otros destinos con mejor relación calidad/precio».
Otra llamada de atención de Pedro Matutes fue hacia sus compañeros. «Quien no mejore, renueve o especialice tiene que saber que va a salir del mercado», advirtió y añadió que «muchos touroperadores están empezando a borrar hoteles de poca categoría de sus folletos porque no les interesan. Los hoteleros no pueden quedarse estáticos pensando en que las cosas mejorarán porque ahora hay mucha más competencia», concluyó.
En la asamblea se reflexionó sobre si las Pitiüses son un destino en declive, a la vista de los datos de ocupación en descenso. Matutes matizó que no es así estrictamente aunque admitió que «desde hace tres años se está reduciendo las ocupaciones en temporada baja, con muchas dificultades para aumentar los precios, y que se están acabando las garantías de ocupación que aportaban los touroperadores». Sin embargo, el empresario asevera que hay zonas de la península que están teniendo «un comportamiento peor» y señala que la recesión se debe, en parte, a las dificultades de las economías francesa, alemana e incluso italiana y al cambio de la libra al euro, en Reino Unido.