No sólo la ocupación ha bajado en junio (seis puntos menos que en el mismo mes de 2003) sino que muchos hoteles no han podido abrir sus puertas dado que las flojas perspectivas «les han hecho pensar en que iban a ser más las pérdidas que los beneficios». La Federación Empresarial Hotelera de Eivissa y Formentera confirmó, a través de su presidente, Pedro Matutes, que la tendencia hasta junio ha sido mala y que por ello algunos establecimientos, sobre todo de pequeño tamaño y de gestión familiar, no se han atrevido a abrir puertas.
«Parece que sólo julio y agosto son rentables pero no se puede vivir todo el año de la rentabilidad de dos meses», indicó Matutes, que cree que ésta es precisamente la tendencia contraria que persigue el sector, es decir, la desestacionalización de la temporada.
A pesar de que matizan que se trata de casos «aislados» y no de la generalidad del sector, el hecho de que haya hoteles cerrado en Eivissa en pleno mes de junio «no es una buena noticia», admiten.
Además, las cifras de ocupación se distorsionan porque, si hay menos plazas abiertas, puede parecer que aumenta la ocupación cuando lo único que ha pasado es que hay menos camas a cubrir.
El gerente de la federación, Manolo Sendino, no cree que el hecho de que haya hoteles cerrados en junio se deba a que ha caído un mercado en concreto. «Aunque podría hablarse de una caída del mercado alemán, los hoteles que no han abierto no se dedican en exclusiva a turistas de esta nacionalidad por lo que no hay una relación causa-efecto».