Aunque el Ayuntamiento de Eivissa confiaba en mayo que los trabajos de demolición de la antigua plaza de toros se pudieran iniciar un mes y medio después, la ausencia hasta ahora de la financiación necesaria para acometer las obras ha vuelto a provocar un nuevo retraso en el proyecto. El concejal responsable de Comercio y Participación Ciudadana , Roque López, recordó que el Govern es el que tiene que aportar los cerca de 150.000 euros que cuesta el derribo pero hasta ahora no ha sido posible que entregue la partida, que estaba previsto desembolsar el año pasado, ya que el Ejecutivo balear «no la incorporó para 2004». «Como no había partida económica contemplada en los presupuestos de este año», explicó el edil, el Ayuntamiento ha tenido que recurrir a su remanente presupuestario y esperar a que se aprobara, lo que ocurrió en el último pleno.
En estos momentos los servicios económicos están trabajando para incorporar el remanente necesario para garantizar que hay disponibilidad económica para ejecutar el proyecto de demolición. Una vez dado este paso, el Consistorio tiene todavía que sacar a concurso las obras. Roque López aseguró que la previsión es que los trabajos de derribo se puedan empezar en el mes de noviembre. Según los plazos establecidos por el proyecto, las obras se pueden alargar durante un periodo de tres meses. La primera fase incluye un acondicionamiento previo del lugar y posteriormente se procederá a desmontar de forma manual todos los elementos del interior del edificio.