El próximo martes 19 comenzará en la 'Sala de Artes Escénicas' de
Eivissa, ubicada en la calle de Josep Riquer Llobet, un curso de
flamenco por partida doble de la mano de la bailaora Chocolata y
del guitarrista Marcial.
El curso de danza estará a cargo de la bailaora, que martes y
jueves de 19'00 a 20'00 horas brindará a sus alumnos clases de
iniciación y, sobre todo, de improvisación. «A mí la improvisación
me gusta mucho porque, aparte de bailar, quiero que aprendan a
transmitir lo que llevan dentro hacia las personas, para que sepan
lo que es el flamenco», explicó la Chocolata, que desde los seis
años se expresa al ritmo de esta danza. Para la bailaora, que al
igual que Marcial demuestra su arte y maestría flamenca en las
galas y actuaciones que realiza por la isla, este arte es accesible
a todo aquel que lo quiera aprender porque, según su experiencia,
«todo el mundo sabe bailar y, si lo sienten de corazón, basta que
meneen un brazo para que la gente diga ¡olé!».
El guitarrista Marcial impartirá sus clases los mismos días de la
semana en el horario de 18'00 a 19'00 horas para enseñar a niños y
adultos los sentimientos de la guitarra flamenca con clases de
iniciación y de perfeccionamiento. Según su experiencia en este
arte, «el flamenco no es de nadie y es de todos. Y es verdad que
necesita un poco de feeling, pero no solamente es nacer, porque si
tienes el don y no lo trabajas no hay frutos». Y para que los
resultados sean progresivos y cuenten con diversos ingredientes de
esta enseñanza, cada 20 días los alumnos de la Chocolata se
juntarán con los alumnos de Marcial y un cantaor invitado para
llevar a cabo una clase conjunta: «Porque aprender a bailar sin
guitarra los primeros pasos está bien, pero con guitarra se coge
más ritmo», explicó Marcial, quien agregó que cada mes se
realizarán actuaciones de maestros para alumnos a lo que sumarán
clases con proyecciones de vídeos flamencos «para que vean de dónde
viene el flamenco, la soleá, la bulería y la alegría», sin olvidar
las charlas, que completarán las clases prácticas.
La Chocolata tiene una meta en su deber de enseñar: «El flamenco es
bailar, seducir y transmitir la gracia y el salero. Esa chispa que
tiene que salir y yo voy a dar todo para que le salga de adentro a
todo el mundo».
Luciana Aversa