La consellera balear d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, acudió ayer a Eivissa para inaugurar el inicio de las obras de ampliación del segundo cinturón de ronda, que, con un plazo de ejecución de 14 meses, se espera que estén listas para las Navidades de 2005. La UTE de empresas Matías Arrom Bibiloni i Rubau Tarrés S.A. es la adjudicataria de las obras. El proyecto, presupuestado en 23 millones de euros (casi 4.000 millones de pesetas) e incluido en el convenio estatal de carreteras, prevé la incorporación de un carril más por sentido y tres pasos subterráneos (a la altura de Can Misses, del acceso a Puig d'en Valls y en la intersección con Jesús y la carretera de Sant Joan). La rotonda aérea del cruce con la carretera de Sant Antoni se ejecutará en el proyecto de ampliación de esta otra vía.
La sección tipo de esta carretera constará de dos calzadas (2 carriles de 3,5 metros cada una, más un tercer carril de entrada y salida de 4 metros en los enlaces), con una mediana de dos metros, un arcén exterior de 2,5 metros e interior de 1 metro. La consellera recalcó en la presentación del proyecto definitivo, avanzado hace unos días por este periódico, que ya se ha adelantado a los afectados (siete viviendas y 24 edificaciones) el dinero de las expropiaciones (80 por ciento ahora y el 20 por ciento final se entregará con el final de obra). El 70 por ciento de los expropiados han aceptado las condiciones del Govern y al resto se le ha asignado un depósito en Hacienda. «Este Govern no ocupa ningún terreno hasta que no es suyo», dijo Cabrer.
El terreno expropiado abarca una superficie de 13 hectáreas con un coste de 8,5 millones de euros. El director general de Carreteras, Carlos Jover, aseguró que las obras no afectarán al tráfico de la vía, salvo en momentos puntuales. La consellera también e comprometió a que las obras no causen un perjuicio durante el verano.