E. RODRÍGUEZ /C. ALCÀNTARA
El Govern balear advierte a Air Nostrum que no puede eliminar el
vuelo diario que une Eivissa con Palma de Mallorca de las 8,40
horas (el segundo de la mañana), tal como prevé la compañía a
partir del 1 de noviembre, porque vulnera la declaración de
servicio público de los vuelos entre islas. La aerolínea ha
presentado ante la dirección general de Aviación Civil, dependiente
del Ministerio de Fomento, el nuevo programa de invierno de vuelos
entre islas para su aprobación, en el que reduce algunas
frecuencias. La consellera balear d'Obres Públiques i Transports,
Mabel Cabrer, aseguró ayer en Eivissa que la compañía ampara la
supresión de algún vuelo en el uso de aviones con mayor capacidad.
«Utilizarán algunos aviones más grandes de 68 plazas [los
turbohélices actuales tienen capacidad para 55 pasajeros], y así
mantendrán el mismo número de plazas anuales con menos vuelos»,
dijo. No obstante, Cabrer advirtió de que en ningún caso se pueden
reducir frecuencias de primera (tramo de 7 a 9 horas) y última del
día, tal como regula una cláusula de la declaración de servicio
público. «Esta cláusula especifica que estas conexiones no sólo
deben estar garantizadas, sino, además, reforzadas», explicó, para
añadir luego: «No podemos tolerar que el primer vuelo Eivissa-Palma
sea a las 7,30 y el segundo pase a ser las 10,50 horas».
Por ello, la consellera remitió ayer mismo una carta al director general de Aviación Civil advirtiéndole de que no puede dar permiso para la supresión de según qué frecuencias. El último vuelo del día se retrasa 25 minutos (20,50 horas) y los del fin de semana se apenas varían (20,15 horas el sábado y 21,10 horas el domingo), a lo que, según Cabrer, no cabe objetar nada. Quien peor lo tiene es la isla de Menorca puesto que el último vuelo del día del sábado con destino a Palma será a las 17,50 horas.
Para las conexiones con la península también se espera que haya una reducción importante de vuelos, al igual que en años anteriores, pero la consellera no pudo concretar nada porque, según dijo, «las compañías cierran su programación de vuelos a última hora». Por otra parte, Cabrer explicó que el Consell no puede subvencionar ninguna línea aérea determinada, tal como propone el presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA), Felipe Navío, porque está «prohibido». «Por mucha voluntad y dinero que tuviera el Consell no podría hacerlo, ni siquiera el Ministerio de Fomento», subrayó.