Juan Manuel Grijalvo tiene una idea. Su cotidianeidad de trabajar con residentes extranjeros en 'La Caixa' , y de escribir, publicar e investigar sobre la movilidad y el transporte en las Pitiüses, no le aparta de un proyecto que ejemplifica a partir de una pieza de ferromodelismo que adquirió en las Canarias. «Es imposible conseguir un tren como éste en las tiendas de modelismo de Eivissa porque aquí no los fabrican. Sólo hay de barcos y aviones, curiosamente», explica mientras arma pieza por pieza, desde los rieles hasta los vagones y locomotoras, este proyecto que comienza a presentar: «Los ferrocarriles no están pasados de moda, y la gente lo que quiere es moverse, no tener un coche», asegura Grijalvo acerca de esta idea que, según expresa, «no tendría que depender sólo de un mandato de gobierno o de otro, sino no de las necesidades de toda la sociedad». Antes de llegar al punto central de su teoría, se dedica a argumentar porqué los sistemas masivos de movilidad actuales pueden ser superados: «El coche circula, en realidad, media hora al día y cubre siete metros cuadrados de terreno cada uno. Además, sale carísimo. No cabe duda que si gastáramos en transporte colectivo la mitad de todo lo que se nos va en coches y carreteras tendríamos el mejor sistema público del mundo».
El sistema de aerobús, también utilizado en otros lugares e islas del mundo, es según sus investigaciones la solución al problema de la movilidad en la isla: «Es un sistema ligero y útil para mover personas y mercancías en entornos urbanos y suburbanos y tiene prestaciones similares a un tranvía. Su tecnología está probada en condiciones reales, y no causa congestión en las calles y no contamina el aire. El núcleo del sistema del aerobús es una vía elevada de aluminio que va suspendida con un cable pretensado por medio de un sistema parecido al de un puente colgante», se explaya Grijalvo y agrega que otros aspectos de su proyecto, como es que se trata de un vehículo modular en el que se pueden unir entre dos y ocho módulos para obtener una capacidad de entre 80 y 320 pasajeros. «El aerobús ofrece un transporte flexible, limpio, de bajo impacto visual, además de dar un alto nivel de satisfacción a los usuarios porque es seguro, práctico y divertido y puede salvar un río con un puente» y señala como ejemplo el ferrocarril de Soller que hay Mallorca, que califica de «estupendo».
Grijalvo tiene en mente presentar este proyecto y otros más acerca de la movilidad en las Pitiüses «el día que el Ayuntamiento de Eivissa inaugure la central de autobuses», y concluye: «Tendrían que ir pensando en guardar un terreno para una cómoda, futura y bien equipada estación de aerobús».
L.A.