Antonia Escandell «está espantada», según confiesa su nuera, Reme de la Rosa, por el anuncio de demolición del colegio de Sa Graduada. Antonia estrenó el colegio y años después estudió allí su hijo, Alberto Miguel, pero ahora es su nuera la que, en la APA del colegio, defiende que el mismo siga en el centro de la ciudad. «Si el colegio no estuviera bien y con las aulas masificadas, la APA sería la primera que se pondría a que estuviera aquí el centro», dice Reme. Una opinión que comparte el resto de miembros de la APA en el local que cuentan en el propio colegio, que permanece abierto todo el día. Por la mañana, las clases, y las tardes, las actividades extraescolares, al menos una docena, que organiza la APA. Incluso en las tardes más desapacibles, como la del viernes pasado, hay actividad en el centro, el más antiguo del municipio y el único público, junto a Sa Bodega, que se mantiene en el centro de la ciudad.
Sa Graduada, que cumple el año que viene su 75 aniversario, fue la primera escuela pública no unitaria de las Pitiüses. Su nombre se debe precisamente a que se agruparon todas las aulas para hacer un colegio. Dentro de los actos previstos para el 75 aniversario de la escuela figura una exposición conmemorativa, pero los preparativos de las celebraciones han quedado en segundo plano ante el anuncio del Ayuntamiento de Eivissa de trasladar el colegio a un solar en la calle Vicent Serra para hacer un colegio más grande con un parking subterráneo de 254 plazas, una idea que tampoco gusta a los padres. «No nos parece seguro que haya un aparcamiento», comenta un miembro del APA. El colegio actual se tirará. Sobre el solar se levantará el nuevo edificio de juzgados y la Dirección Insular. En el sótano irá también un parking subterráneo.
Con el traslado al solar de Vicent Serra, el nuevo colegio contará con poco más de 7.000 metros cuadrados, más del doble que el actual. «Duplica la capacidad, porque vamos a hacer un colegio de dos líneas para 450 alumnos cuando este colegio es para poco más de 200», asegura el gerente de la empresa mixta Itusa, con capital mayoritario municipal, Josep Marí Ribas, encargada de llevar cabo el ambicioso proyecto 'Eivissa Centre', en el que se enmarca el traslado de Sa Graduada. Un proyecto que gusta a todos los que han visto, pero que tiene un inconveniente: el traslado del colegio.
La Conselleria d'Educació no pone trabas al proyecto de remodelación de la ciudad, pero la delegada de Eivissa, Pilar Marí, asegura que se encuentran en «una situación comprometida», ya que «el Ayuntamiento de Eivissa condiciona a hacerlo todo al cambio de Sa Graduada».