Son muchos los que llevan días preparando la noche de hoy. Otros
incluso semanas. Y por fin está aquí. Faltan pocas horas para el
fin de año y el Ayuntamiento de Eivissa no ha querido que nadie se
quede atrás a la hora de celebrarlo. Durante toda la jornada de
ayer, se daban los últimos retoques a la carpa que, instalada en el
Recinto de Fires i Congressos, dará la oportunidad de divertirse a
aquellos residentes y visitantes que no hayan querido o podido
optar por pagar desorbitadas cantidades de dinero por asistir a una
fiesta privada.
Desde las 23,30 horas y hasta bien entrada la mañana, cientos de
personas se darán cita en esta improvisada sala de fiestas para
empezar el 2005 tal y como marca la tradición. Por eso se repartirá
a todos los asistentes de manera gratuita una bolsa con la
pertinente docena de uvas para seguir las campanadas, un vaso de
cava para brindar y un cotillón con todos los artículos de fiesta
necesarios para festejar divertidamente las primeras horas del
nuevo año.
Los más maniáticos no tendrán excusa, porque podrán seguir los doce
golpes de reloj a través de las dos pantallas gigantes que se han
instalado, en las que se ofrecerá la señal en directo de
televisión, y que estarán amenizadas por el artista Paco Atrium, ya
presente en ediciones anteriores. Después, las orquestas Tanit y
Alcatraz se encargarán de poner desde el escenario la música para
que todos los presentes puedan bailar en la gran pista de baile,
alrededor de la cual se han dispuesto varias barras a las que se
podrá acudir para tomar un trago que anime la noche a precio
razonables.
Tampoco habrá problema si con tanto baile y ajetreo el hambre hace
acto de aparición: a partir de las 3,00 horas una gran chocolatada
popular acompañada de churros y enseimadas aliviará los estómagos
más necesitados.
El año pasado el Ayuntamiento situó la carpa en la calle Murcia,
lugar céntrico y fácilmente accesible a pie. Para evitar las
dificultades en el desplazamiento y prevenir los posibles problemas
derivados de la combinación de coche y copas de más, un servicio
gratuito de autobuses hará durante la noche la ruta desde el Paseo
Vara de Rey. Como se ve, todo está más que bien preparado. Incluso
si, tal y como es previsible, el frío obliga a abrigarse, hay
dispuestas más de 800 perchas en el guardarropa.
En la edición anterior los cálculos de la organización estimaron
una asistencia aproximada de 3.500 personas, cifra que se espera al
menos igualar esta noche. Para hacer frente a tal afluencia de
gente no se ha escatimado tampoco en efectivos para velar por la
seguridad y el buen desarrollo de la fiesta: efectivos de la
Policía Local, Protección Civil, Ambulancias y agentes de paisano
estarán preparados para evitar problemas o, en el peor de los
casos, tratar de sofocarlos lo más rápido posibles para que estos
no den lugar a sucesos lamentables.
Iván Muñoz