Coincidiendo con las Navidades muchos han sido los turistas que han optado por viajar hasta las Pitiüses para disfrutar de unas vacaciones en las islas. De esta forma, el presidente de la Asociación de Turismo Rural de Sant Joan, Antoni Marí, indicó a este periódico que la ocupación actual de los establecimientos dedicados al turismo rural se encuentran al 50 por ciento: «Con estas cifras nos mantenemos en unos niveles similares a los del pasado año en la misma época». Asimismo, Marí indicó que a partir de la última noche del año el índice de ocupación es mayor «ya que tenemos todas las plazas reservadas». De esta forma y coincidiendo con la celebración de fin de año, los establecimientos rurales aumentarán el número de clientes. Este es el caso del establecimiento del propio presidente de la asociación, que aseguró que en los días sucesivos a Nochevieja, «la ocupación también aumenta considerablemente».
Con estas cifras, los distintos agroturismos de las islas viven una situación diferente a la experimentada actualmente por los establecimientos hoteleros de las Pitiüses. En este sentido, el vicepresidente de la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera, Juan Bufí, comentó que el número de turistas que han llegado hasta las islas es un «poco inferior al pasado año, además de contar con algún hotel menos abierto».
Asimismo, Bufí alegó que una de las razones del bajo índice de ocupación se debe al «gran número de turismo residencial que ha llegado y que ya cuentan con sus propias viviendas y residencias en las islas y vienen a descansar».
El vicepresidente de la asociación indicó que la situación de las Pitiüses es muy diferente a la de la costa del Mediterráneo debido en muchos casos «al mayor ambiente que existe y a los fáciles accesos que unen las zonas turísticas con grandes capitales como Barcelona o Valencia».
Durante estas vacaciones, la ocupación más alta de España, cercana al 95%, se registra en las Islas Canarias, así como en las zonas de esquí, donde en muchas estaciones es difícil encontrar plazas disponibles. Los hoteles de grandes ciudades como Madrid o Barcelona alcanzan una tasa de ocupación de un 80%, mientras que en el polo opuesto se encuentran las zonas de Cataluña o Balears, donde se registra una ocupación muy baja y muchos de los establecimientos están cerrados.