El Ayuntamiento de Eivissa ha adoptado esta decisión ante la situación actual en la que el Consell tiene intención de proteger el colegio Sa Graduada y de que se sigan dando clases en el centro. El conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur, aseguraba ayer que «hará todo lo posible para mantener el edificio y la escuela».
El Consistorio tiene previsto enviar un arquitecto municipal para que revise el colegio y compruebe 'in situ' el estado de las instalaciones. Desde el Ayuntamiento de Eivissa se asegura que esta decisión se debe al informe municipal de 2002, que aconsejaba el desalojo del centro educativo. Un segundo informe de la Conselleria d'Educació del Govern concluyó con el cierre de tres aulas. «Los técnicos aconsejan un seguimiento», dicen desde el ayuntamiento.
El informe realizado por el arquitecto municipal, fechado en marzo de 2002, recoge textualmente en sus conclusiones que «la parte del viejo edificio del colegio ha llegado a un punto donde las reparaciones rebasan la lógica y que la estructura tantas veces reforzada está iniciando un proceso definitivo de ruina». También asegura que «se puede alargar sólo unos meses la utilización de la parte vieja del edificio».
Este informe se suma a lo que se recoge en la revisión del plan general municipal de Eivissa, realizado hace un año, en el que Sa Graduada figura con un nivel de protección B, incluido en el catálogo municipal del Patrimonio Histórico. Marí Tur recordó que en esa revisión se alude a la «conservación, rehabilitación, restauración y, excepcionalmente, reestructuración». El Ayuntamiento de Eivissa aclaró que en este documento figuraban propuestas y que uno de los cambios que se introdujo posteriormente fue el de Sa Graduada, ya que no había intención de mantener el edificio.
Desde que se cerraron las aulas no se ha realizado ninguna obra de mejora en el centro. La Conselleria d'Educació, en la anterior legislatura, tenía previsto un proyecto de reforma del colegio pero se paralizó tras la puesta en marcha del proyecto «Eivissa Centre», una operación urbanística cuyo objetivo es la remodelación del centro de la ciudad y en la que se contempla el derribo del colegio Sa Graduada, uno de los más antiguos del municipio, y su traslado a un solar de la calle Vicent Serra. Sobre el solar de Sa Graduada se contempla que se levante el nuevo edificio de los juzgados y en la planta baja una zona de aparcamientos.