El presidente del Govern, Jaume Matas, manifestó su predisposición a renunciar a proyectos defendidos hasta la fecha por su Ejecutivo a cambio de lograr acuerdos con la Administración central que resulten beneficiosos para las islas, como ya hizo con el aplazamiento de la autovía entre Inca y Manacor. Así lo expuso el jefe del Ejecutivo balear al hacer balance de los dos primeros años transcurridos desde la constitución del Govern.
Matas expresó «sin duda» su voluntad de desistir de la ejecución de algunos proyectos y señaló que la Administración autonómica ya ha hecho esta oferta en el pasado para «negociar cualquier carretera que no estuviera iniciada», así como para mostrar su disposición a entablar conversaciones sobre la conveniencia de construir el segundo cinturón de Palma, en el marco de una responsabilidad compartida con los consells insulars.
El presidente balear estructuró en «dos ejes» el análisis de la primera mitad de legislatura, centrados en la recuperación económica del archipiélago y la construcción de infraestructuras. «Habíamos perdido puestos de trabajo y casi un millón de turistas y teníamos un crecimiento prácticamente negativo, y hemos pasado a cambiar la tendencia de una forma muy importante, a recuperar un clima que se había perdido y que hoy nos hace mirar al futuro con cierta esperanza», expuso Matas, quien argumentó que se ha duplicado la evolución del PIB de 2002 y que 30.000 personas han encontrado un empleo en este periodo. Sin embargo, consideró que Baleares está «muy lejos» de volver a «liderar la generación de riqueza en España», en lo que constituye uno de los objetivos de su gabinete. Asimismo, hizo hincapié en que se han puesto en marcha o están finalizados la mayor parte de los proyectos importantes de esta legislatura.
Para el presidente, el papel secundario que el Gobierno otorga a la Comunidad se ha podido comprobar con la distribución de los fondos destinados al turismo, cuyo reparto reclamó que se defina «de acuerdo al peso porcentual» de Balears en el sector. El presidente también se refirió al proceso de reforma del Estatuto de Autonomía balear para indicar que su elaboración dependerá de si alguno de los textos de otras comunidades incluye la financiación, ya que se trata de un problema «básico» para el archipiélago, que se vería obligado a participar en el debate con el fin de defender sus intereses, dentro de un proceso que debe ser «multilateral» e incluir a todas las partes implicadas.