El Consell Insular y el Ayuntamiento de Eivissa acordaron ayer en una primera reunión encargar un segundo proyecto para la reforma del Teatro Pereira, según confirmó ayer el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés. De esta forma, en la reunión estuvieron presentes el presidente del Consell, Pere Palau, el conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur, Xico Tarrés y el primer teniente de alcalde, Pedro Campillo.
Este segundo proyecto contemplará las «reformas mínimas» incluyendo así las medidas de seguridad necesarias que se deben cumplir «para tener unas instalaciones de calidad»: «Nuestro objetivo es únicamente que se llegue a un acuerdo para poder disfrutar del teatro», apuntó el conseller de Patrimoni, que indicó que se deben cumplir los compromisos para «poder agilizar este proyecto».
Este segundo proyecto de rehabilitación se encargará a un equipo de arquitectos de fuera de Eivissa especialistas en teatros: «El proyecto se basará en limpiar la fachada del Teatro Pereira y mantenerla tal y como la conocemos actualmente», indicó Marí Tur. Una vez que este segundo proyecto esté listo, ambas instituciones se reunirán para tomar una decisión final. En el encuentro se puso sobre la mesa el proyecto ya realizado por el arquitecto de la primera institución de las Pitiüses, Luis Gascón, que supondría una inversión de 8 millones de euros y que no superó la comisión técnica del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI), según avanzó Ultima Hora Ibiza y Formentera el pasado 1 de octubre.
Este proyecto, sin embargo, ha sido calificado de desproporcionado por la oposición del Consell Insular. La polémica levantada provocó que los actuales propietarios del inmueble, la familia Matutes, solicitaran hace unos días al presidente del Consell Insular, Pere Palau, que la institución redujera el proyecto y que en caso de pretender una reforma «más allá de la estrictamente necesaria» llegara a un acuerdo con el Ayuntamiento antes de finales de año.
El conseller de Patrimoni anunció que se reuniría también con la oposición la próxima semana para conocer su opinión sobre «cuándo debería gastarse en la rehabilitación y cuando debería pagarse por su compra, en el caso de que esta fuera factible», una posibilidad que han negado hasta el momento los propietarios.