En el transcurso del pleno municipal ordinario celebrado ayer en Formentera, durante el último punto de la orden del día, el primer edil, Isidor Torres, anunció que en el decurso de la mañana se había producido una reunión con el abogado de 'Formentera Club SA', propiedad del solar donde debía construirse el polémico camping de es Ca Marí, en la que anunciaba que las obras iban a iniciarse de forma inminente, con la posibilidad de que dicho hecho se produjera ya a principios de la próxima semana.
La información dada por Torres provocó el estupor de los miembros de la oposición presentes en el pleno, el GUIF, ya que el PP se sabía que no contaría con representantes en el pleno por compromisos adquiridos con anterioridad. La corporación acordó, por unanimidad, recabar de los servicios técnicos y jurídicos, tanto del Consell Insular d' Eivissa i Formentera como del Govern de les Illes Balears, qué medidas pueden adoptarse de cara a impedir o limitar la construcción de dicho camping. Hay que tener en cuenta que los tribunales obligaron en su día a la concesión de la licencia de obras y condenaron a los entonces miembros del equipo de gobierno a ser apartados del cargo y a la imposibilidad de ocupar cargos públicos durante seis años por haberse negado a dar dicha licencia de obras.
Torres explicó que el abogado de la empresa le había comunicado que, pese a que en los últimos tiempos se ha mencionado de forma más o menos reiterativa la voluntad del Consistorio de que no se construya en Ca Marí el camping y de las promesas de compra de la finca por diversas instituciones, autonómicas o nacionales, el hecho de que no se haya producido ninguna oferta o acercamiento de interés para los promotores del camping, y en vista a que la licencia expirará en 2007, han decidido iniciar las obras ajustándose a la licencia que el Supremo obligó a que el Consistorio de Formentera les concediera por ajustarse a derecho.