Manel Mateu no podía ocultar ayer su cara de preocupación. Cuarenta pequeños de apenas 5 años procedentes del C.P. Vara de Rey habían irrumpido en la sala de exposiciones de Sa Punta des Molí acompañados por sus profesores para observar la colección de barcos embotellados elaborada por él mismo. Con gesto contraído aseguraba estar «acollonit» ante la inquietud de los pequeños. Cualquiera lo estaría. A la habitual actividad que estos cachorros de humano exhiben en todo momento había que añadir la excitación por tratarse de una actividad fuera de las aulas en las que pasan la mayor parte de la semana. Con curiosidad, observaban con los ojos casi pegados al vidrio las miniaturas de velero mientras reprimían a duras penas gracias a la atención de sus cuidadoras las ganas de tocarlos. Manel encogía los hombros en un gesto tenso como si de un momento a otro un estruendo de cristales fuera a recorrer la sala. Mientras tanto, Loli Hidalgo explicaba a otro grupo algunos de sus 50 cuadros expuestos también en la sala y en los que se pueden encontrar paisajes, atardeceres o campos de almendros en flor. Las explicaciones parecieron amansar a las nerviosas criaturas y, poco a poco, Manel cogió confianza para acercarse y llevar a cabo ante sus despiertos ojos el truco que explica el misterio de cómo una pequeña maqueta de barco puede ser introducida sin romperse en una botella de cristal.
Esta exposición, junto a los cuadros de Loli Hidalgo, puede visitarse hasta mañana domingo de 11,00 a 13,00 y de 17,00 a 21,00 horas. I.M.