Saber cómo se hace un nudo marinero, el modo en que respira una ballena y de qué se alimenta un cachalote son algunas de las cuestiones que aprendieron ayer los 22 alumnos de quinto de primaria del colegio Guillem de Montgrí que han inaugurado la «Setmana del Mar 2006». Con mala suerte, porque el tiempo no acompaña estos días y es muy complicado salir a navegar, aunque se prevé una mejoría que posibilite esta actividad el jueves y el viernes. Por eso ayer se dedicaron a aprender más cosas sobre el mar con la ayuda de un cuaderno de bitácora en el que escriben todas sus experiencias. «Les enseñamos mucha biología. Por ejemplo, sobre las plantas y algas y sobre la fauna que se pueden encontrar en las Pitiüses, como las aves marinas, la foca monje y la tortuga», explica una de las monitoras. No es lo único, porque a lo largo de la semana los niños también sabrán situar la rosa de los vientos, distinguirán si se puede salir a navegar con marejadilla y conocerán el código internacional de banderas. Entre las actividades, además de todo el aprendizaje teórico que adquieren, se incluye una visita a los parques de Ses Salines y Cala d'Hort, otra a la cofradía de Sant Antoni y al acuario y salidas al mar dependiendo de la meteorología.
La «Setmana del Mar» comenzó a celebrarse en el año 1996 a propuesta del Club Nàutic de Sant Antoni (CNSA), que cada vez ha ido introduciendo talleres más prácticos y divertidos, como por ejemplo saber hacer nudos marineros o conocer la costa de Sant Antoni. Xavier Planas, del CNSA, destacó ayer la gran participación que ha habido este año. En total se han presentado 21 colegios, pero sólo 10 pueden disfrutar de una semana en el mar, por motivos de presupuesto. Como método de selección se organiza una presentación de trabajos sobre el mar, en el que participan los grupos de quinto de primaria que deseen formar parte de la actividad, unos trabajos que estos días se pueden visitar en el centro de Sa Punta des Molí en Sant Antoni. Los 11 grupos que no han logrado ser seleccionados tendrán la opción de participar en una actividad como compensación, que consiste en un día en el mar, con contenido reducido.
Según destacó ayer la consellera de Joventut i Esports, Cati Palau, la «Setmana del Mar» es una de las actividades formativas más atractivas y pedagógicas de las que se ofrecen en las Pitiüses. «Ojalá no tuviera que quedar nadie fuera». Palau resaltó además el hecho de que esta actividad haya sido copiada en otros lugares de España por tratarse de un proyecto «muy aprovechable».
C. Roig