A las 7,30 horas comenzó la concentración que llegó a reunir a cerca de medio centenar de personas. El frío y la lluvia obligó a la gente a refugiarse en los porches de las viviendas que hay en la finca esperando que las máquinas apareciesen. Sin embargo, tres horas más tarde no habían hecho acto de presencia las excavadoras de la constructora ni tampoco acudieron agentes de la Guardia Civil, que los días anteriores habían intervenido para controlar que no hubiera altercados.
Convencidos de que las máquinas no trabajarían ese día porque el terreno estaba impracticable, finalmente los antiautopistas decidieron trasladarse a Eivissa para participar en la convocatoria de protesta que cada sábado desde hace un mes realizan los antiautopistas a las puertas del Consell Insular pitiuso. Para no bajar la guardia, parte de los concentrados en Sant Jordi se quedaron en la finca de ca na Palleva por si la situación cambiaba.
Aproximadamente una treintena de personas participaron portando pancartas de protesta en la concentración a la entrada de la máxima institución pitiusa. La movilización se alargó hasta las 13 horas.
Según informó uno de los portavoces de la Plataforma Antiautopistas, Marcos Lluy, la jornada por la tarde discurrió tranquila y a las 18 horas ya no había antiautopistas en la finca de ca na Palleva.