Un amigo o amiga con el que siempre estés obligado a hablar en catalán. Esta es la filosofía de los contratos tutoriales que se llevan a cabo en el instituto Xarc con el fin de que determinados alumnos que no suelen hablar en esta lengua o que hace poco que han llegado a la isla la aprendan de la forma más fácil y divertida posible. Una receta para facilitar la integración que se emplea en este centro desde hace más de ocho años, aunque con el tiempo se ha ido formalizando, y que, según Consol Pons, responsable de la Comissió de Normalització Llingüística del IES Xarc, «está dando buenos resultados».
La fórmula es simple. El profesor propone a dos alumnos, habitualmente alguien que conozca bien la lengua y otro que acabe de llegar a la isla o que no hable habitualmente en catalán, que firmen un contrato tutorial, con el cual se comprometen a hablar entre ellos siempre en esta lengua. Durante el curso se realiza un seguimiento por parte del profesorado y al final se elabora una valoración del esfuerzo de los alumnos y de lo que han aprendido, que les servirá también para mejorar su nota. «El éxito depende mucho de las parejas. Hay algunas que consiguen hablar continuamente en catalán y otras no», explica Consol, que añade que estos intercambios resultan beneficiosos para ambas partes, porque el que acaba de llegar se integra más rápidamente y el ibicenco «se siente útil y además a veces se ve obligado a hablar en castellano para explicar determinada palabra o expresión».
Sobre todo lo que se busca es que los chavales que no tengan a nadie cercano con quien practicar y hablar en catalán vayan cogiendo soltura. Actualmente se han realizado varios contratos en los cursos de ESO. «Son los mismos profesores, da igual de qué materia, los que ven si una pareja que tienen en su curso puede funcionar».
Para que la tarea sea más fácil, los profesores han elaborado un modelo escrito de contrato tutorial en el que el docente se compromete a hacer un seguimiento y valorar el esfuerzo de los alumnos cuando llega el final del curso. Por su parte el chico que más catalán sepa de los dos deberá dirigirse siempre en esteidioma a su pareja lingüística y darle todo el apoyo que necesite. Y el tutorizado deberá esforzarse en utilizar la lengua catalana en cualquier situación. El contrato deberá ser firmado por los tres.
A juzgar por las opiniones de los alumnos que participan en la experiencia, se trata de un buen sistema para aprender la lengua. Ahora falta ver si también mejoran sus notas en catalán. C. Roig