J. M. ALONSO/ M. ALVITE
Sant Antoni aprobará el próximo jueves en pleno municipal la
Ordenanza Reguladora de los Horarios de Establecimientos,
Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, que en el caso de
las discotecas marca un horario que prohíbe los afterhours. La
ordenanza señala que las discotecas, salas de fiestas y de baile,
cafés-conciertos y similares no pueden abrir antes de las nueve de
la noche ni cerrar después de las seis de la mañana. Según el
concejal de Gobernación, Joan Pantaleoni, eafterhours es un tipo de
oferta que no se desea en este municipio, en el que tan sólo hay
dos locales que ofrecen este servicio. «La regulación de los
horarios de los establecimientos y espectáculos públicos y de las
actividades recreativas constituye un elemento fundamental para
asegurar la tranquilidad y la convivencia entre los vecinos y
visitantes del municipio», argumenta la nueva ordenanza. Hasta el
momento, los seis municipios de las Pitiüses -aglutinados en este
caso por el Consell Insular- tenían la misma ordenanza de horarios
en cuanto a discotecas: la hora de cierre eran las seis de la
mañana y había que esperar dos horas para reabrir, lo que permite
la proliferación de after hours. Con esta norma hay discotecas en
el municipio de Sant Josep que abren sus puertas hasta 22 horas
seguidas. Además, la nueva ley de Sant Antoni aumenta las multas a
las discotecas por incumplimiento de horarios hasta los 3.000
euros.
Acerca de la ordenanza que la próxima semana aprobará la Corporación de Sant Antoni, el concejal de Gobernación de Sant Josep, Antonio Cardona, Pujolet, dijo que todos los municipios deberían regirse por la misma norma. A su juicio, no resultaría conveniente que municipios colindantes como Sant Josep y Sant Antoni tengan horarios distintos en sus discotecas, porque en Cala de Bou hay zonas en las que una acera es una localidad y la de en frente es otra. «Lo lógico es que todo el mundo tenga el mismo [horario]. Pienso que más adelante se elaborará una directriz desde el Consell Insular», valoró Pujolet.
A raíz del fallecimiento de un joven turista escocés por abuso de drogas, la Dirección Insular, el Consell Insular y los ayuntamientos celebraron varias reuniones en agosto y septiembre en las que se acordó ampliar la franja de dos horas sin discotecas para intentar suprimir la marcha ininterrumpida en Eivissa.