Por qué Eivissa? Porque usted es de
Madrid.
-Vine por amor. Me enamoré de un chico que trabaja en la isla.
Tenía 24 añitos, me vine con todas mis maletas y con 60.000 pesetas
para toda la vida y con el corazón lleno de amor. Fue muy bien,
porque a esa edad también mis hermanos me decían: «¿qué le vas a
decir a tu padre?». Se lo conté y eso supuso tener un problema
familiar durante años, aunque ya resuelto de aquella manera.
Aquella forma de resolver problemas en la que cuando ya no se
hablan ya no existen. Es algo así como que después de tanto tiempo
con un abrazo ya lo dices todo.
-Siendo militante socialista, ¿cree que el PSOE es el mejor partido para ser gay?
-No. El PSOE es el partido que más lejos ha llegado en la defensa de los derechos de los gays, el que más ha demostrado su compromiso.
-¿Por qué no salen del armario más
políticos?
-Porque existe demasiada hipocresía en general. Se apodera de todo.
Es curioso que a Bill Clinton se le acusara de haber mentido por
una 'mamada' y eso casi le supuso el cargo, mientras que al señor
Bush la mentira de las armas de destrucción masiva no le ha
supuesto nada. Existe una doble moral que está presente en todos
los sitios. Tenemos políticos gays que se niegan a reconocerlo
públicamente y están en su derecho. También los habrá que nieguen
que están divorciados.
-¿Y cuesta mucho salir del armario?
- Sí, cuesta muchísimo. Lo que la gente no entiende es que cuando
estás en el armario y decides salir, primero has tenido que
aceptarte a ti mismo. Te tienes que dar cuenta de que no eres un
bicho raro. Yo recuerdo que cuando tenía 17 años no había ninguna
referencia en mi entorno. Sólo la 'marica' del pueblo que tenía 50
años y con la que no me sentía identificado, me daba miedo que me
señalaran como a él. Por aquel entonces tenía un amigo, un
peluquero, que me ayudó mucho a ver que yo no tenía que agachar la
cabeza, si no llevarla bien alta. Salí del armario y tuve un
problema con mi padre, porque él tenía una educación tan machista
que le costaba mucho aceptar que su hijo fuera gay. Hubiera
tolerado antes que me hubiera casado con una transexual que con un
hombre.
- ¿Cómo celebró la aprobación del matrimonio
gay?
-Estaba en el Congreso de los Diputados y fue de las experiencias
más emocionantes que he vivido. En ese momento te acuerdas de todos
tus amigos que han estado en el armario, de toda la gente que
todavía oculta sus afectos. Te acuerdas de los que han muerto, bien
apaleados, bien perseguidos por la justicia. Parece que se ha
olvidado, pero a mí mismo me dieron una paliza por ser 'maricón'
cuando tenía 19 años. No es tan lejano y todavía hoy en día
pasa.
-También es usted publicista. ¿Con qué eslogan vendería Eivissa?
-Ahora cada día me costaría mucho más trabajo venderla. Creo que nos los están poniendo muy difícil a los publicistas.
- ¿Eivissa es lo que era?
- No. Ha perdido su propia identidad. Eivissa ahora mismo no sabe
lo que es ni lo que quiere ser de mayor.
- Publicista, militante activo del PSOE, activista gay. ¿Cómo se puede estar metido en tantas cosas a la vez?
- Pues porque se tiene el culo inquieto. Soy un tío con inquietudes, me comprometo y me entusiasma meterme en muchos 'fregaos'.
-¿Cuál es su hombre ideal?
-Un tío valiente, que no mienta, honesto y consecuente.
- Se llevaba lo metrosexual, ahora ha aparecido otro tipo de hombre: el ubersexual, ¿Cómo se define?
-Me defino como un hombre supersexual, porque con el sexo se conoce gente, se hacen muchos amigos y se entablan muchas amistades. Claudia Roig