Es uno de los seis cazaminas que pertenecen a la Armada Española y podrá ser visitado por el público durante el fin de semana en el dique de Botafoc.
El Tambre, una embarcación de 54 metros de eslora con base en Cartagena, es un cazaminas que tiene la función de mantener libre de la amenaza de minas a puertos, fondeaderos y rutas de navegación. Llegó ayer después de una semana de ejercicios en la Bahía de Santa Pola, junto a otra embarcación de sus mismas características, el cazaminas Duero, que se encuentra este fin de semana amarrado en el puerto de Maó.
Aquellos que se acerquen a visitarlo podrán saber que lo más importante del Tambre, hecho de fibra de vidrio, es el sónar. Un aparato de tecnología submarina de propagación acústica que permite detectar las minas por medio de barridos bajo el mar. También podrán saber, gracias a la explicación de los miembros de la tripulación que, una vez detectada la mina, un vehículo llamado Pluto Plus, capaz de llegar hasta los 200 metros de profundidad, y dotado con una cámara de televisión y con una carga de contraminado, es sumergido para explosionar la mina submarina.
La principal misión de la embarcación es la de realizar ejercicios de adiestramiento en las proximidades de Cartagena a partir de tubos metálicos que simulan minas reales. También lo hacen en otros países, que al igual que España pertenecen a la OTAN, y donde se agrupan con otras embarcaciones para realizar adiestramientos.
Su tripulación está compuesta por 41 personas: cinco oficiales, once suboficiales, marinería y tropa. Y aunque su actividad de adiestramientos es constante, ningún cazaminas español se ha encontrado en zona de conflicto con minas reales, según un miembro de la tripulación.
La embarcación recibirá las visitar que se quieran realizar hoy de 10,30 a 13,00 y de 16,30 a 19,00 horas y mañana de 10, 30 a 13,00 y de 16,00 a 17,30 horas.
Luciana Aversa