M.A.
El Ayuntamiento de Sant Josep aumenta este año considerablemente el presupuesto que dedica a las zonas de baño del municipio con el objetivo de adaptarse al decreto de seguridad de playas del Govern. Según adelantó ayer el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, José Marí Ribas 'Reganes', la administración municipal invertirá en torno a medio millón de euros, de los que cerca de 300.000 van a parar al convenio con Cruz Roja para proporcionar vigilantes. A lo largo del verano 25 socorristas trabajarán para garantizar la seguridad de las playas de Sant Josep. De hecho desde el 1 de mayo ya hay tres vigilantes en cada una de las playas que por afluencia de bañistas están calificadas de alta riesgo: Platja d'en Bossa, ses Salines y Cala Comte. En estos casos está previsto que desde el 1 de julio al 30 de septiembre se incremente el número de socorristas hasta cinco. En Cala Vedella, Cala Tarida y Cala Bassa, playas calificadas de riesgo medio, habrá dos sorristas desde principios de junio hasta el 30 de octubre. En el resto, (Cala Jondal, Cala d'Hort, Port d'es Torrent y Punta Pinet) habrá un socorrista desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre.
Marí Ribas explicó que esta primera quincena de mayo se colocarán siete nuevas torretas de vigilancia en las playas del municipio, a las que hay que añadir las dos que ya había en Platja d'en Bossa. Además se colocarán cuatro nuevas casetas de primeros auxilios que se sumarán a las cuatros que ya se habían colocado el año pasado en Platja d'en Bossa, Cala Comte y ses Salines. El concejal de Medio Ambiente detalló que el decreto de seguridad de playas del Govern balear establece que para el año que viene estén instaladas en el litoral de Sant Josep 11 torres de vigilancia.
El equipo del que disponen los socorristas (dos motos acuáticas y una lancha) también mejorará con una lancha que dará servicio a la zona de Platja d'en Bossa, ses Salines y es Cavallet.