El último número de la revista «Hola» incluye un reportaje de once páginas dedicado a la mansión que Abel Matutes posee en Jesús, en el que se le presenta como «uno de los hombres más ricos y poderosos de Europa». Definido por la publicación como «mecenas en defensa de los valores ambientales» y como «reconocido empresario con un imperio económico que se extiende por muchos países», Matutes explica en la entrevista que su gran ambición siempre ha sido que la isla sea un paraíso. «En Ibiza hemos llegado a tiempo para conseguir que se mantenga como el último paraíso de la Tierra», dice el ex ministro en un momento de su charla con la periodista de Hola, en la que también recuerda la donación de tierras que hizo la Fundación Matutes al Consell. El empresario tampoco duda en explicar varios aspectos de la planificación urbanística de Eivissa y loa la protección que se ha conseguido. «No hay ninguna isla en el Mediterráneo con una protección tan alta», asegura Matutes, que también menciona, de paso, las carreteras. «La isla no puede continuar con vías construidas en 1950, estrechas y peligrosas, en las que hay muchos accidentes. Las nuevas carreteras que se están haciendo son una simple puesta al día de unas necesidades mínimas». El ex ministro también habla de construir «dos o tres campos de golf» y «tres o cuatro» puertos deportivos: «Ahora tenemos todos los barcos fondeados, lo que estropea el fondo marino».
La entrevista termina con preguntas más personales, en las que el ex ministro confiesa que su lugar preferido es Conillera, que sus grandes pasiones son el mar, la literatura y la historia, y que le encantan los libros de Robert Graves. Matutes, que se define «más empresario que político», también explica que de las mujeres le gusta el «charme». R. D.