Los antenistas de las Pitiüses andan como locos estos días para poder dar respuesta a la gran cantidad de peticiones que reciben para instalar Digital + o para poder visionar La Sexta, a través de las cuales se retransmitirán los partidos del Mundial de Alemania. «Ha aumentado mucho el trabajo en este sentido; sobre todo nos lo piden desde hoteles y bares, pero también de comunidades de vecinos», explican desde Elcom, donde, al igual que en otros muchos comercios de este tipo de Eivissa, les llueven las peticiones de información conforme se van acercando las fechas del gran acontecimiento futbolístico.
Hay varias posibilidades que permitirán a los aficionados poder ver el Mundial. La más fácil pasa por abonarse a Digital+, pero quien no lo desee puede optar por intentar visionar La Sexta. Y eso se consigue bien comprando un decodificador de Televisión Digital Terrestre (TDT) -para el que es necesario que nuestra antena esté enfocada a Sant Llorenç-, o bien de forma analógica, sintonizando el canal 32 en nuestro televisor. «Se ve desde hace una semana de forma no oficial y por ahora sólo funciona si tenemos nuestra antena individual enfocada a Sant Llorenç», explica José Antonio Ortega, técnico de Radio Avenida, que no sabe si en días venideros se podrá coger también desde otros repetidores de la isla. Si se opta por sintonizar La Sexta desde una comunidad de vecinos de forma analógica, a través de la antena tradicional, es necesario instalar un amplificador. Aunque no es igual de fácil en todos los casos. «No hay dos antenas iguales. Depende cómo sean estamos tan sólo dos horas, pero si la antena es complicada tardamos el día entero», explica Ortega, que añade que el amplificador cuesta unos 70 euros más la mano de obra.
Por su parte Juan Ramón, de Electrónica Diana, dice que son muchos los que les piden la Televisión Digital Terrestre. «Pero por ahora sólo se ve en una cuarta parte de la isla. En zonas como Cala Vedella o Sant Joan los decodificadores no sirven; hay gente que los ha comprado y no los puede utilizar». C. Roig