Los vecinos y comerciantes del barrio de Sa Capelleta volvieron a tomar la Vía Púnica con el fin de atraer a turistas y residentes para ofrecerles sus productos a pie de calle.
Por cuarto año consecutivo la iniciativa trajo una especial vitalidad a este emblemático barrio de la ciudad que cambió los ruidos del tráfico por la música de las actuaciones que animaron el encuentro durante toda la tarde.
La novedad de esta edición fue un desfile de moda en el que las modelos de la agencia Ami lucieron la ropa y los accesorios que venden las tiendas del lugar, que por la mañana ya habían puesto a la venta en la calle y con ofertas para los compradores.
La pasarela comenzó a las 19,30 horas, pero las actuaciones se sucedieron durante todo el día. Hubo un pasacalles a cargo de las agrupaciones del Santo Cristo Yacente y del Cristo de la Agonía, un recital de canciones de los alumnos de La Consolación y una demostración de karate a cargo del gimnasio Karate-Do de Eivissa. Todas a cargo de vecinos que aprenden estos deportes durante el año y que se muestran en la jornada como también lo hicieron la Academia de baile Tuti Alcázar y el Estudi Capricorn.
A los comerciantes de la zona se sumó también una carpa de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario donde vecinos y visitantes se pudieron medir la tensión y el azúcar en una iniciativa que tuvo éxito, sobre todo, entre las personas mayores. Además estuvo el stand de la Escola d'Arts i Oficis, invitada por la organización, ya que hasta hace pocos años la escuela formó parte de Sa Capelleta.
Los bares de la zona contribuyeron a que el ambiente fuera aún más relajado al instalar sus terrazas en plena calle, espacio donde los pequeños aprovecharon para jugar y correr por donde normalemente circulan los vehículos.
También estuvo abierta al público la exposición de las artesanías y pinturas de los alumnos de los talleres de invierno, una muestra que se pudo visitar en el local de la asociación de vecinos.
«El objetivo es fomentar el comercio del barrio a través de una jornada lúdica», explicó el presidente de la asociación de comerciantes, Ramón Toribio. «Y lo que importa es que la gente salga a la calle y aproveche este ambiente relajado», agregó el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, que aprovechó la mañana para visitar a los vecinos.
A pesar de que algunos comercios no pudieron sumarse, fueron al menos una veintena los que sí participaron para dar vida a esta iniciativa que se extendió desde las 10,00 hasta las 22,00 horas. El broche final fue por la noche con un aperitivo y un brindis para todos los que hicieron posible este evento.
L.Aversa