R. L.
El Govern ha distribuido desde mayo de 2005 un total de 330.883 tarjetas verdes, de las que ha vendido 307.554 a turistas y 6.495 residentes en las islas, con unos beneficios netos de 2.460.432 euros, lo que da un «balance extraordinario y positivo» según afirmó ayer la vicepresidenta balear, Rosa Estaràs. Estaràs hizo esta reflexión durante la presentación de resultados del primer año de vida de este producto, que hizo en compañía del conseller de Turisme, Joan Flaquer, y el director de la Fundació Illes Balears Sostenible, que comercializa la tarjeta, Pau Collado.
En total, los centros adheridos a los beneficios que proporciona la Tarjeta Verde aumentaron de 74 en mayo de 2005 a 860 el pasado viernes, de los que 610 son de Mallorca, 151 de Menorca y 99 de las Pitiüses. Estarás se mostró satisfecha por estos beneficios y rehusó hacer comparaciones entre la Tarjeta Verde y la «ecotasa», que instauró el Pacte en la anterior legislativa, cuando fue preguntada por la diferencia de ingresos entre una y otra, mucho mayores en el caso del ya derogado impuesto. «La ecotasa no tiene nada que ver» con la Tarjeta Verde, dijo la vicepresidenta autonómica, quien recordó que, en aquella ocasión, se trataba de un «impuesto discriminatorio» y en «contra del sector» turístico y «los intereses de Balears», mientras que la iniciativa promovida por la Fundació «no va contra ninguno» y ha contado con el apoyo de los actores del turismo balear. Al respecto, hizo referencia a los centros adheridos, de los que un 80 por ciento, aproximadamente, son establecimientos hoteleros, lo cual indica que la actitud del sector hacia la Tarjeta Verde está siendo «altamente positiva». En cuanto a su comercialización entre los residentes en Balears, que ha sido mucho menor que entre los turistas, Estaràs opinó que «no ha fallado nada» en este sentido ya que la Tarjeta fue creada para los visitantes.
El grupo parlamentario socialista consideró ayer «ridículo» el balance del primer año de funcionamiento de la Tarjeta Verde, después de que el conseller de Turisme, Joan Flaquer, anunciase «un fondo de 42 millones con la recaudación» de este producto. En un comunicado, el diputado Celestí Alomar aseguró que no eliminan «en absoluto la percepción generalizada de fracaso» que hay de esta iniciativa. Además, puso en duda la cifra proporcionada por el Govern, dado que «la mayor parte de las tarjetas han estado adquiridas por empresas del sector y no directamente» por personas individuales.