C.A./ EFE
La Asociación de Vecinos de Dalt Vila, recientemente creada, solicitó ayer al presidente del Consell, Pere Palau, poder entrar a formar parte del Consorci Eivissa Patrimoni de la Humanitat. Al finalizar una reunión con los vecinos, Palau aseguró que los residentes «no están contentos en la forma y la calidad en que se están llevando a cabo las obras subvencionadas por este Consorci y por ello han solicitado poder participar en las reuniones aunque sea únicamente como oyentes».
El presidente les ha solicitado que presenten su petición por escrito y ya ha avanzado que «si no hay ningún impedimento jurídico su institución no se opondrá a su presencia en las reuniones», puesto que la mayoría del espacio protegido por la UNESCO se corresponde con este barrio. Eso sí, el presidente recordó también que el Consorci está formado por otras dos instituciones a parte del Consell, Govern y Ayuntamiento de Eivissa, «que tendrán también que dar su opinión».
Los vecinos reiteraron sus críticas a la restricción de acceso al barrio, situado dentro del recinto amurallado de Eivissa y que está «creando importantes problemas a los vecinos», según explicó la presidente de la asociación, Karmen Juan.
La presidenta dibujó ayer un panorama desolador de la situación en la que se encuentra el barrio asegurando que «hay un ensañamiento a los vecinos» por lo que piden «un horario consensuado». Aseguró incluso que no se le permitió acceder a un médico alemán al barrio para atender a un paciente «porque no llevaba el coche rotulado».