La Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ha negado a los Juzgados de Eivissa la ayuda solicitada para los Juzgados de Guardia, que algunos días en los meses de julio y agosto no puede acabar a tiempo a causa de la gran cantidad de detenidos que presenta la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía.
El TSJ pide a los Juzgados de Eivissa que aporten más datos estadísticos, algo al parecer imprescindible para poder asignar la creación de un nuevo Juzgado, que sería el de Instrucción Número 5.
En cuanto a la solicitud de que se paguen las horas extras a los funcionarios de los Juzgados de Guardia, la Sala de Gobierno del TSJ argumenta que es una cuestión que le compete en exclusiva al Ministerio del Interior. Supuestamente, el TSJ envió estos argumentos ayer a los Juzgados de Eivissa, aunque por la mañana el juez decano, Juan Carlos Torres, aseguró que aún no había recibido nada.
Este juez, titular del Juzgado de Instrucción Número 1, envió recientemente un escrito al TSJ en el que explicaba la situación que se vive en los Juzgados de Guardia. El fin de semana de los días 7, 8 y 9 de este mes una veintena de detenidos colapsaron el Juzgado de Guardia, cuyos funcionarios, que no cobran horas extras, terminaron el trabajo a las once de la noche. Al parecer, el Juzgado de Instrucción Número 4 hizo lo propio. Este Juzgado, que además soporta la carga de los casos de violencia doméstica, llegó a tener que trabajar durante toda la noche en una de sus guardias.
Con la puesta en funcionamiento de los juicios rápidos, en el año 2003, los funcionarios cobraron horas extraordinarias, pero esta circunstancia no se ha vuelto a repetir, según el juez decano, por lo que los funcionarios han decidido reclamar al TSJ. Con el fin de evitar el colapso con la llegada a los Juzgados de demasiados detenidos, el juez decano estableció unos horarios para la presentación de arrestados.
Ahora, informó Torres, se está estudiando la posibilidad de convocar una Junta de Jueces para valorar que los detenidos sólo se puedan presentar por la mañana, hasta las once.
De esta forma se pretende evitar que en un sólo día lleguen a ser puestas a disposición judicial más de diez personas en un sólo día. Las Fuerzas de Seguridad no pueden retener a un detenido más de 72 horas.