Los incendios forestales son uno de los principales problemas de la época estival. Para luchar contra ellos, prevenir que surjan e intentar concienciar a la población sobre el peligro que suponen determinadas prácticas, como por ejemplo quemar rastrojos en el campo, un equipo de personas del Ibanat (Institut Balear de la Natura) trabajan todo el año centrándose en las tareas mencionadas y en muchas otras (recuperación de zonas quemadas o repoblación de las mismas). En Eivissa hay cuatro brigadas, tres se dedican a las tareas de prevención y extinción, y la cuarta trata cuestiones de gestión forestal, como pueden ser los trabajos para evitar plagas de determinados insectos o recuperación de torrentes.
El Plan de Defensa Forestal, que entró en vigor en 2001, contempla tareas de gestión forestal, así como también determinadas acciones de prevención.
Las tareas de prevención y mantenimiento de incendios forestales se realizan durante el invierno, aproximadamente desde octubre hasta principios de mayo, mientras que el dispositivo de extinción se concentra en los meses de verano, aunque también está activo en invierno. Las acciones de prevención (también conocidas como servicultura preventiva) que más se llevan a cabo desde el Ibanat son la apertura y mantenimiento de fajas auxiliares, reponer el equipo de las torres de vigilancia (se encuentran por toda Eivissa, como por ejemplo, en Sa Talaïa), vigilar que la señalización sea correcta y controlar los 14 depósitos de agua que están repartidos por toda la isla. Todas estas acciones se entremezclan con el mantenimiento y éste está ligado con la prevención.
Las fajas auxiliares consisten en quitar 20 metros de la vegetación que bordea carreteras y caminos. Con esta tarea se pretenden evitar incendios causados, por ejemplo, por una colilla lanzada desde un coche. Asimismo también se cortan los árboles que hay en las veredas de caminos y carreteras.
Otra de las tareas es la poda de árboles frondosos. «Con ello evitamos la tangencia de copas, esto es, que si hay llamas en una de las copas pase a la otra. De esta manera evitamos la continuidad horizontal de los incendios», asegura José Julio Argandoña, técnico en incendios del Ibanat. La continuidad vertical de las llamas se evita podando arbustos, matorrales y maleza que pueda haber en el suelo pues, de esta manera, las llamas no pasan a los árboles. «La idea es compartimentar toda la isla, hacer como un puzzle porque queda como una cuadrícula con la que se evitan mejor los incendios y también es útil para la extinción, cuenta Argandoña. Este año se han realizado fajas y tareas de poda en 51,12 hectáreas de la isla y el total que se debe alcanzar son 72 hectáreas. Además, con las fajas auxiliares aumenta la seguridad y se facilita el trabajo de las personas.María José Real