El pueblo de Sant Agustí celebró ayer su día grande con una sencilla fiesta marcada por el ambiente religioso, la presencia de las autoridades y la actuación del folklore ibicenco a cargo de sa colla d'es Vedrà y marcada, sobretodo, porpresencia de la plataforma antiautopista.
Pasadas las siete de la tarde daba comienzo la misa oficiada por el obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, que abarrotó la iglesia de Sant Agustí hasta la puerta.
Fuera, puntuales, se reunían en la plaza de la iglesia los manifestantes de la plataforma antiautopista que, con la ayuda de una ligera brisa ya otoñal, soportaron los últimos calores de agosto y reivindicaron, como siempre, su causa. La respuesta de los vecinos era variada. «Algunos nos miran como si fuéramos terroristas, otros nos piden pegatinas», explica una de las manifestantes mientras espera la salida de la procesión. La plaza reunió entonces en un pequeño espacio a numerosos asistentes: vecinos, curiosos, reivindicantes y amantes de esta tradicional celebración.
Inma Maldonado