La Chocolata mira con duende y comienza su baile. Marcial toca su guitarra por soleá, bulería y tango y Manoli ofrece la fuerza de su cante con un solitario que introduce la actuación.
No es un tablao ni son las fiestas privadas en las suele actuar el grupo flamenco. Es la celebración de la Merced que con este espectáculo comenzó ayer para los internos del centro Penitenciario de Eivissa.
«A mi me da mucha satisfacción actuar aquí porque ellos aprecian lo que tú haces más que ningún otro público», comentó la bailaora momentos antes de empezar su actuación.
«Lo hago porque creo que es una terapia muy buena para ellos», agregó Marcial, que al igual que La Chocolata ya ha actuado en varias ocasiones para los internos de la prisión local.
Alrededor de las 18,00 horas los tres artistas flamencos se ubicaron en el escenario que los mismos reclusos habían preparado. Y frente a un improvisado auditorio de sillas bajas alienadas a ambos lados de una de las galerías del centro, más de setenta personas comenzaron a apreciar un espectáculo que no terminó sin las rumbas llenas de mensajes de alegría y aires de libertad y fiesta.
Las palmas, los aplausos, y el apoyo de los presidiarios es para los artistas un aliciente, y mientras a ambos lados sólo se ven rejas y paredes, por más de cincuenta minutos los internos se dejaron llevar por la magia del arte flamenco made in Ibiza.
De esta forma comenzó la semana de festejos en honor a Nuestra Señora de la Merced, patrona de la institución penitenciaria, que al igual que cada año se organiza en la cárcel de Eivissa.
Esta tarde continuará con el espectáculo de temática hindú Namasté y mañana por la tarde con un concierto de rock 'n' roll.
El sábado habrá una misa cantada por el coro rociero de la iglesia del Roser y el domingo, el día grande, se celebrará con una comida especial entre los internos y la performance de Lola Power.
Todo un programa variado de actividades que comenzó a principios de semana con sesiones con un partido de fútbol sala y sesiones de cine.L.A.