CLAUDIA ROIG
La Comissió Insular d'Ordenació del Territori, Urbanisme i Patrimoni Historicoartístic (Ciotupha) informó ayer favorablemente el proyecto de reconversión del Castillo de Eivissa en Parador, con lo que el último trámite administrativo pendiente para que puedan comenzar las obras es que el Ayuntamiento de Eivissa conceda la licencia. El proyecto, que tiene un coste de 10 millones de euros, ya no tendrá que volver a pasar por el Consell, salvo en lo que concierne a las excavaciones arqueológicas que se vayan haciendo en el Castillo, cuyos resultados tendrán que ser analizados por la Ciotupha. De todas formas, esto no es obstáculo para que comiencen las obras, ya que, según el conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur, los trabajos pueden iniciarse por otro lado, «donde las excavaciones no sean necesarias». En la reunión estuvieron ayer también presentes miembros de Turespaña y del Ministerio que convinieron que la parte más delicada son las excavaciones, por lo que «se buscarán las alternativas más aconsejables siempre en buena sintonía y armonía entre promotores y comision de patrimonio», dijo Marí Tur.
Pese a que el proyecto fue informado favorablemente, desde la comisión también hicieron una serie de prescripciones que ahora serán incluidas en el proyecto final del Parador. Se trata de una serie de propuestas «encaminadas a una mejor adaptación del Parador a lo que es la historia del Castillo». En este sentido, desde el Consell se propone por ejemplo que se estudie la posibilidad de dejar visitable y en valor un tramo de muralla púnica, que se recuperen todos los arcos del pasadizo que conduce de la Casa del Gobernador al claustro o que se marque la antigua divisoria medieval entre el Castillo y la Almudaina.