Statuas.d.Sal se encuentra dentro de los cinco finalistas del concurso de maquetas Vodafone, que el jueves decidirá las tres bandas que pasarán a la gran final. Y, aunque los integrantes del grupo se encuentran muy seguros de que su calidad musical puede superar al resto de las bandas, lamentablemente, eso no es todo lo que cuenta: el ganador será el que mayor cantidad de votos tenga a través del teléfono móvil para alcanzar el premio, que será nada menos que un contrato con Sony-BMG. «Tenemos hasta el día 24 para recibir el máximo de votos, necesitamos el apoyo de la gente», comentó ayer el tecladista Juanma Redondo sobre la intensiva campaña de promoción que van a llevar a cabo estos días, y que tendrá una parte casi definitiva entre hoy, mañana y el jueves para alcanzar la final. Por ello, Statuas.d.Sal no sólo solicitan que sus fans y todos aquellos que quieran apoyarles votando a través de un teléfono Vodafone lo hagan, sino también instalarán urnas en espacios como Can Ventosa, Casal de Joves y el Cijae para aquellos que no tengan un teléfono Vodafone puedan dar donativos que se convertirán en votos. Asimismo, los músicos estarán también hoy por la tarde en Vara de Rey para recibir donativos y enviar los mensajes junto con la gente que les apoye. Para votar a través del teléfono hay que seguir una serie de pasos: entrar a Vodafone Life, al apartado música y tonos, después al icono concurso de maquetas y seleccionar Statuas.d.sal Frágil (la canción que les representa). «Cada voto sólo vale 0,30 céntimos, y lo que recomendamos es que si quieren votar varias veces, lo hagan de una misma vez porque conectar a Vodafone Life también tiene un cargo de céntimos», aseguró Redondo. «Se pueden hacer todos los votos que quieran, son acumulativos», destacó.
Por otra parte, el grupo tocó el pasado sábado en Bilbao, en el primer concierto por móvil de España. «El montaje fue algo muy curioso», explicó el tecladista acerca de la actuación que ofrecieron sobre un escenario a modo de andamio ubicado delante de un edificio, cuya fachada estaba cubierta con una tela que indicaba la promoción del certamen. «Era un concierto sin sonido en el que la gente nos veía pero no oía nada. Fue espectacular porque en la fachada estaba escrito el número gratuito al que la gente tenía que llamar para escucharnos y se recibieron más de 1.500 llamadas», concluyó Redondo. L.A.