CLAUDIA ROIG
Las altas temperaturas de este invierno están provocando alteraciones en el ritmo natural de las cosechas. Así lo corrobora el presidente de la cooperativa Agroeivissa, Joan Marí, que asegura que este calor en pleno enero les va bien a algunas plantas, pero «rompe el ciclo de otras».
Los cultivos que pueden resultar más perjudicados son los árboles que dan fruta de verano, como las peras, los melocotones y las nectarinas. Este tipo de plantas necesitan horas de frío y este invierno no ha hecho. «Esto hará que haya menos producción», indicó Marí, que añade que existe otro riesgo, y es que hiele durante la floración, lo que perjudicaría gravemente la cosecha.
Mejor les va el calor inusual de estos meses a las hortalizas que se cultivan en invernadero. «Si hace calor fuera, imagina en el invernadero, las temperaturas son muy altas y hay mucha humedad, si sigue así la cosecha se adelantará», explica el presidente de la cooperativa, que indica que lo habitual es que este tipo de productos estén a punto hacia el 15 de abril. Lo perjudicial sería si ahora hubiera un cambio radical de tiempo, porque «estas plantas, tomates y pimientos, lo notarían mucho». «La gente que tiene invernaderos está preocupada por lo que pueda pasar en los próximos días, si viniera frío ahora las plantas están acostumbradas a otra temperatura y sufrirían bastante porque están muy tiernas».
En cuanto a los almendros, ya comienzan a florecer, aunque por ahora «están aguantando», según Marí. Lo lógico es que comiencen a teñirse de blanco sobre estas fechas o a principios de febrero.
Numerosos expertos atribuyen estas altas temperaturas del invierno al llamado cambio climático, que también provoca más plagas de insectos debido a que encuentran el hábitat ideal para campar a sus anchas.