Santa Eulària festejó ayer el día grande de su patrona durante una jornada cálida y soleada tan sólo interrumpida por las fuertes rachas de viento que azotaron la iglesia de Puig de Missa. En su interior más de 400 fieles siguieron con atención las palabras del obispo Vicente Juan Segura en un día en el que todo el protagonismo lo acaparó el alcalde del municipio, Vicent Guasch, que vivió su particular celebración en lo que será su última comparecencia como primer edil de la localidad tras 28 años en el cargo. El alcalde aprovechó la ocasión para destacar la «gran participación ciudadana con las que cuentan año tras año estas fiestas», comentó.
Asimismo, tampoco quisieron faltar en un día tan especial para el municipio, muchos dirigentes políticos como los consellers Diego Guasch, Carmen Domínguez, Stella Matutes, Carolina Torres y Joan Marí Tur, así como numerosas personalidades militares que asistieron a la ceremonia sagrada.
Posteriormente, la Banda Municipal de Tambores y Cornetas de Santa Eulària, en la que sorprendían sus jóvenes integrantes, de 13 a 18 años, puso el ritmo a una procesión encabezada por la colla de Es Broll, la comitiva religiosa y en la cola la comitiva política y los cientos de visitantes con los que recorrieron en procesión los aledaños de la iglesia.
Tras el recorrido, las imágenes sagradas volvieron a su lugar y la Colla de Es Broll tomó el relevo para ofrecer a los asistentes una exhibición del tradicionaball pagès en la plaza de la iglesia. La comisión de fiestas aprovechó la reunión para ofrecer buñuelos y vino payés a los visitantes. Entre ellos, muchos turistas ingleses que se apresuraban a captar con sus cámaras los movimientos de los bailarines.
El presidente del Consell Insular, Pere Palau, acompañó a Jaume Matas, presidente del Govern balear, quien no quiso hacer declaraciones. Jaume Matas que llegaba de la inauguración del hospital de Formentera tenía previsto participar, también, en la apertura de las tres nuevas exposiciones temporales 2007-2008: 'Els germans Morenu, ebenistes i restauradors', 'Pesos, mides i mesures' y 'Païssa i eines del camp' del Museo de Etnografía de Eivissa y Formentera, Can Ros. Sin embargo, no lo hizo, pues llegó con retraso a la isla debido a la mala mar y acudió directamente al Paseo de S'Alamera donde prosiguieron los bailes tradicionales al ritmo de las flautas y los tambores.
Irene Luján