La finca Can Jondal constituye un espacio en el que los animales, los huertos de hortalizas y los árboles frutales crecen de forma natural junto a las plantas silvestres creando un hábitat de respeto y equilibrio con el medio ambiente.
En este sentido, los creadores de este paraje, Mario Batalla y Beatriz Olivares, han presentado unos cursos con el objetivo de transmitir las enseñanzas de la permacultura: «Se trata de un sistema que permite diseñar hábitats sostenibles en el tiempo y tiene una ética que consiste en cuidar a la gente, la tierra y el reparto justo», explicó el doctor Batalla, acerca de una ciencia que cada vez cobra más adeptos en todo el mundo, y añade: «Actuamos después de observar, sin herir a la tierra, ni emplear productos químicos».
El doctor Batalla está desarrollando una de las ramas de la permacultura, la permamedicina. Una apuesta por la capacidad de las personas de prevenir enfermedades e, incluso, llegar a la autocuración. «La permamedicina no reemplaza a otras medicinas, sino que las reestructura buscando el máximo beneficio con el menor esfuerzo», aclaró el doctor Batalla y destacó: «No estamos en desacuerdo con la medicina tecnológica, pero no la utilizamos como primer recurso». Una de estas reglas que mantiene la permamedicina sería no bajar la fiebre enseguida, pues, según Batalla, «ésta es considerada como una defensa del organismo» o cuando se tiene un constipado no acudir al médico sino «tomar infusiones de eucaliptus, romero, espinacas, brócolis, miel y vitamina C con zumos de limones, naranjas y descansar un poco más».
Irene Luján