Este año, el Dijous Llarder organizado por la Asociación de Vecinos de Sa Capelleta gozó de buen tiempo y de una gran participación de disfrazados, que dejaron a un lado los trajes prefabricados de personajes de películas y héroes de cómics para dar paso a la tradición carnavalera pitiusa por excelencia: los mariol·los. Un revuelto de armario de prendas, trapos, gorros y pelucas, y nombres tan sugerentes como Miss co-China, tanto para adultos como para niños, y a disfrutar del pistoletazo de salida de este nuevo carnaval que comenzó ayer por la tarde-noche con el concurso de disfraces. Un certamen popular que siguió a la Festa de la Truita alimentada por 150 kilos de patatas que terminaron en 180 tortillas. La cola de espera para saborearlas de patata y cebolla, de pimientos o espárragos era muy larga, como siempre en estos casos, sin olvidar el vasito de vi pagès que también se ofrecía para acompañar este aperitivo tradicional.
Y una vez saciado el apetito, la gente, entre la que se mezclaban payasos, esquiadores, hippies, un pequeño Harry Potter, princesas, Minnies, brujas, una mujer araña de nombre Antonio y muchos mariol·los, pasaron a la carpa principal para asistir al concurso, que tuvo la música de la orquesta Belma como preámbulo.
Niños, niñas y bebés. Los participantes de la categoría infantil en el concurso de disfraces alcanzaron los 64 mientras que los adultos sólo fueron 8. Una vez más, el presidente de la Asociación de Vecinos de Sa Capelleta, Vicente Costa, hizo de maestro de ceremonias, acompañado por la cantante Belma, para dar paso a un desfile que contó con una mayoría aplastante de mariol·los entre niños y mayores. Justamente dos mariol·les que se presentaron juntas bajo el nombre de 'Las Guiris María y Marga' ganaron el premio de la categoría de adultos, una cena para dos personas en el restaurante Can Alfredo. L.Aversa