CLAUDIA ROIG
Quizás una de las ideas más aplaudidas del candidato al Consell, Xico Tarrés, fue una referida a la polémica de las carreteras, en la que aseguró que durante años el PP había advertido a los ciudadanos del peligro de los 'rojos': «Cuidado con éstos, que vendrán y nos lo quitarán todo; ahora ya vemos quién es el que se lo ha llevado todo», dijo Tarrés en un acto al que acudieron unas 500 personas y en el que prometió que si gobiernan, «el bacalao se cortará entre todos». También hizo una de sus primeras promesas si llega a presidente, y es ofrecer la gratuidad de los libros de texto en todos los municipios y tratar por igual a todos los ayuntamientos, independientemente del color de quien los gobierne. Habló asimismo de mejorar las condiciones de los mayores, porque «quizás ahora tienen más ensaimadas y flaons», pero no están todo lo bien atendidos que debieran.
En su discurso estuvo muy presente el territorio, «lo más sagrado», y aseguró que las fórmulas que atraen turismo en otros lugares «no funcionan en Eivissa». «Ya hay quien ha comenzado a hacer campaña para hacernos creer que todos los políticos somos iguales», añadió el alcalde, que aseguró que a partir de ahora es probable que todos saquen trapos sucios. «Nos dirán que todos somos corruptos, pero os aseguro que a mí no me encerrarán», añadió refiriéndose a los alcaldes del PP imputados judicialmente. Tarrés también justificó la construcción que ha habido en Vila por el bloqueo del Consell a la hora de aprobar el nuevo plan urbanístico.
Previamente, el candidato de Eivissa pel Canvi, Albert Prats, había destacado la «situación de emergencia» en la que se encuentra la isla, una Eivissa que quieren que esté gobernada por personas honestas y no por «corruptos». En este sentido rechazó las políticas especulativas para beneficiar a amigos y familiares y apostó por unos servicios sociales y sanitarios públicos, «porque hoy hemos visto que lo privado no funciona», en alusión a los problemas de la nueva residencia de Santa Eulària.