Un colorido desfile de carros abrió en Sant Jordi los festejos en honor a su patrón en una mañana cálida y soleada que contó con la tradicional misa a cargo del obispo, Vicente Juan Segura, durante la que muchas mujeres intentaban paliar el sofocante calor que había en el interior de la sala agitando vivamente sus abanicos. En el exterior de la pequeña iglesia del siglo XIV-XVI algunos padres jugaban con sus hijos y los montaban en las atracciones de feria y los ancianos de Cas Serres se posicionaban en los laterales de las calles para ver la procesión. La figura de Sant Jordi fue la primera en desfilar por los aledaños de la iglesia, seguida de varios miembros de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Eivissa y Formentera que participaban por primera vez en estos actos. A la cola de la procesión se situó la comitiva religiosa y una gran representación política como el presidente del Consell, Pere Palau; la consellera de Obras Públicas, Stella Matutes; la consellera de Cultura, Carolina Torres y la consellera de Participación Ciudadana, Carmen Domínguez, entre otros. El Grup Folklòric Sant Jordi de ses Salines marcó con sus castañuelas el ritmo de la procesión y, más tarde, realizó una exhibición del tradicional ball pagès. Asimismo, la jornada festiva prosiguió con un concierto titulado Esencia española a cargo del barítono Javier Chivite, acompañado del piano de Elvira Ramón, que tuvo lugar en la iglesia de Sant Jordi, a las 21 horas. Posteriormente, la música prosiguió esta vez a cargo de la orquesta Platino Show y como broche de oro se lanzó un castillo de fuegos artificiales. Hoy, los actos festivos continúan con una noche de salsa donde la escuela de baile SalsaEulària hará bailar a los asistentes con los ritmos latinos más sensuales.
Irene Luján