La supermodelo Kate Moss y su novio, Pete Doherty, han vuelto a la isla para vivir unos románticos días de sol y tranquilidad, haciendo un pequeño paréntesis en la ajetreada vida que ambos, de una forma u otra, parecen compartir en Londres.
Vestidos de los pies a la cabeza a pesar del calor, disfrutaron de una comida en el chiringuito de es Cavallet, donde compartieron besos y abrazos que dan a entender que su noviazgo continúa. Una relación que ha dado mucho que hablar, sobre todo por los problemas que los dos han tenido con las drogas; un hecho que no ha rebajado un ápice la fama mundial de la pareja. Porque juntos o por separado, siempre están en el candelero. En la actualidad, ella, por sus comienzos en el mundo del diseño de moda, y él, un poco más polémico, por haber hecho una exposición de cuadros que pintó con su propia sangre. Más relajados en la isla, se refugiaron en una casa de campo para terminar esta cálida jornada de sol junto al mar.
Luciana Aversa