Gabino Diego decidió ponerse la nariz roja e investigar en el mundo del clown nuevas herramientas y conocimientos que aportar a su exitosa carrera como actor de comedia. Todo un alumno aventajado que decidió comenzar en este camino de la mano del cómico holandés Eric de Bont, asistiendo a clase durante quince días en la Escuela Internacional del Clown de Sant Josep.
Su última visita a la isla fue hace 16 años, tres veranos seguidos y de fiesta. Un plan muy diferente al que ha llevado en estas dos semanas en las que ha combinado el aprendizaje con un descanso mucho más familiar junto a su hija y su pareja antes de regresar a su variada agenda de compromisos de teatro, festivales de humor y proyectos cinematográficos.
-¿Qué te ha traído esta vez a Eivissa?
-Tenía ganas de experimentar un poco con el clown, quería saber qué era. Y unos amigos que son clowns y que aprendieron con Eric de Bont me recomendaron hacer el curso. Aparte, aproveché que estoy de vacaciones de verano y vine con mi hija y con mi chica. Y la verdad que muy bien, porque he hecho una mezcla entre curso y vacaciones.
- Y con este curso, ¿qué has sumado a tu carrera como actor cómico?
-Bueno, en este oficio nunca se termina de aprender, pero lo que pasa es eso, que siempre quise saber qué era lo del clown. Eric trabaja el clown más puro, el más auténtico, donde cada uno busca el suyo propio, y que, por ahí, puede ser un clown más bufón o un clown mezclado con otros estilos. Pero Eric lo que trabaja es la esencia. Entonces eso está muy bien, porque luego te puede servir para otras cosas. Y, además, es un profesor maravilloso.
-¿Cómo es Gabino Diego con nariz roja?
-Por un lado, Eric me ha echado muchos piropos porque dice que ya soy un poco clown. Un piropo que, por otro parte, es también una desgracia porque al ser un poquito clown también se sufre en la vida.
-O sea que en estos días descubriste al tuyo propio..
-Sí, para eso he venido y para conocer más. Porque, por ejemplo, ahora estoy con mi espectáculo, 'Una noche con Gabino', en el que creo que uso cosas de clown pero que, a lo mejor, no las tengo claras. Porque tengo cosas de actor cómico, de actor que se ríe de sí mismo, pero que, al final, no es un clown auténtico.
-¿Y dónde encuentras la diferencia?
-En que el clown es una forma de ser, como dice Eric, porque el clown actúa con el corazón mientras que el actor actúa con muchas más cosas. Además, el clown siempre va con una actitud hacia la vida de «Dónde está la fiesta» y ésas son cosas que se pueden usar para espectáculos.
-Tras el curso y las vacaciones, ¿cómo sigue tu agenda?
-Ahora voy a un festival de Barcelona con mi espectáculo, con el que llevo cuatro años viajando.
- Un espectáculo que aún no hemos podido ver aquí.
-No, justamente aquí no. He estado en Palma y en Menorca, pero me gustaría venir.
-Como actor, ¿qué personaje has soñado con interpretar que aún no lo has hecho?
-Bueno, hay muchos personajes que no he hecho y que me gustaría hacer pero, normalmente, cuando uno trabaja en cine siempre está esperando que alguien sueñe un papel para ti, uno espera que lo sorprendan. Lo mismo, ahora me gusta mucho investigar en el camino del clown, y claro, hacer algo de clown me encantaría, más adelante, cuando sepa más.
-Presentarte como clown ante tu público puede ser una experiencia muy diferente.
-Sí, porque luego también otra cosa que tiene el clown es que lo comparte todo con el público, que es lo que no pasa con el actor que tiene una cuarta pared; como si no estuviera el público delante. En mi espectáculo interactúo un poco con la gente, pero no llega a ser lo mismo.
-Los actores cómicos suelen pasarse al drama en algún momento de sus carreras. ¿A ti te gustaría hacer papeles serios como hacen ahora muchos actores cómicos de Hollywood?
-Lo que pasa es que hay mucha gente que se ha hartado, como Steve Martin, por ejemplo, que es uno de los casos. Pero yo siempre he hecho cosas tragicómicas, porque mi personaje, más que hacer reír, hace sonreír. Conmigo la gente se ríe de lo mal que lo pasa el personaje. Pero a mí me gusta la comedia, y te aseguro que no hay nada más bonito que poder hacer reír a la gente. Luciana Aversa