Ambos presidentes insistieron en la necesidad de asumir este traspaso sin prisas para dotar convenientemente cada una de las materias traspasadas. Asimismo, será preciso antes salvar el escollo de dotar a la isla de una sede suficientemente amplia para asumir todas las competencias e implicar al Govern para que asuma la mayor parte del coste de ese traspaso a fin de no descapitalizar al Consell d'Eivissa, tanto a nivel económico como de recursos técnicos y humanos. Entre tanto, la Comisión Mixta creada para este proceso (de la que también forma parte el Govern) se reunirá el próximo 6 de septiembre para iniciar los trámites.
«Es un proceso que hemos de asumir con tranquilidad, sin pararnos y trabajando, porque hablamos de un lugar como Formentera, marcado por las carencias que tenemos en materia de funcionariado y personal técnico. Eso es tan importante como el tema de la financiación», explicó Jaume Ferrer.
Por su parte, Xico Tarrés consideró que «si el traspaso se logra de aquí a diez años, habrá sido muy rápido; no nos engañemos. El Consell [d'Eivissa] lleva 17 años desde que se iniciaron las transferencias y en Formentera será más difícil y costoso». Tarrés también aludió a «las cosas que se dijeron cuando Marí Calbet hizo esta sede sobre sus dimensiones, y hoy es pequeña para las que se han transferido o para las que pueden llegar. Por eso, Formentera se ha de planificar muy bien», sentenció.
A este respecto, Ferrer señaló que se pretende pactar por separado cada una de las competencias, a medida que se vayan asumiendo para garantizar una dotación suficiente.