El nuevo presidente de la Autoritat Portuària de Balears, Francesc Triay, tomó ayer posesión de su cargo y anunció el inicio de «la legislatura de las decisiones y de los comienzos», en referencia a las necesarias obras de mejora y ampliación de las infraestructuras de los cinco puertos dependientes de este organismo --Palma, Maó, Alcúdia, Eivissa y La Savina--. Así lo expresó durante el acto de toma de posesión al que asistieron el jefe del Govern, Francesc Antich; el delegado del Gobierno, Ramon Socias; el presidente de Puertos del Estado, Mariano Navas y los presidentes de los Consells de Eivissa y de Formentera, Xico Tarrés y Jaume Ferrer.
En cuanto a los problemas a resolver, además de agilizar una administración «un poco anacrónica», Triay citó la falta de una estación marítima adecuada en Alcudia, la necesidad de reordenar las descargas y habilitar instalaciones para cruceros en Mahón, el aprovechamiento de los nuevos espacios en el de Eivissa y la insuficiencia de las instalaciones en La Savina.
Por otro lado, manifestó su intención de gestionar cumpliendo la línea programática marcada por el nuevo Govern de centro-izquierda, pero «partiendo de la situación actual». En su discurso remarcó que un puerto de interés general «no es ni debe ser nunca un negocio, sino una herramienta de potenciación del desarrollo económico». Finalmente, Antich señaló que las infraestructuras no deben ir contra el desarrollo armonioso. Triay preside por segunda vez -ya lo hizo entre 1999 y 2003- este organismo.