Síguenos F Y T I T R

El Consell no autorizará la planta de selección de residuos de Benimussa en suelo rústico

La máxima institución insular considera que es una instalación positiva pero debería situarse en suelo industrial

El proyecto se iba a desarrollar en esta zona del camino de Benimussa.

|

«Es un proyecto positivo, pero totalmente impropio para llevarlo a cabo en suelo rústico», explicó el conseller de Política territorial, Miquel Ramon, quien considera que lo más lógico es que este tipo de instalaciones estén en polígonos industriales.

Ramon ya se ha reunido con un grupo de vecinos de esta zona rural de Sant Antoni que, desde que se dio a conocer el proyecto, se mostraron muy preocupados ante la posibilidad de que se construyera esta infraestructura en un lugar tan rural, con las previsibles molestias que una instalación así puede generar. El conseller ya les tranquilizó y les aseguró que el Consell no le iba a conceder el interés general en suelo rústico.

Unifico S. L. tenía previsto construir una planta para separar plásticos, tuberías, maderas o pinturas de las ruinas de construcción. El proyecto contemplaba ocupar una superficie de 5.541 metros cuadrados con una capacidad de 400 toneladas al día de residuos de construcción y demolición y de 100.000 toneladas al año. Unifico S. L. consiguió un informe favorable de los técnicos de la Comissió balear de Medi Ambient, aunque posteriormente se decidió devolver el proyecto al Consell para pasar un nuevo periodo de exposición pública, ya que entre las recomendaciones de la Conselleria de Medi Ambient figuraba el cambio de emplazamiento de la planta para que estuviera situada más hacia el norte y no ocupara una zona atravesada por un torrente.

La evaluación de impacto ambiental presentada por la empresa preveía medidas correctoras del nivel de ruido y de las emisiones de polvo mediante riegos periódicos durante las fases de construcción y funcionamiento de la planta. Como medida especial se exigía que los vehículos tuvieran caja hermética para evitar la dispersión del polvo durante el transporte. Además, las instalaciones tenían previsto constar de una caseta de control, un almacén, un área de descarga con una plataforma de casi 300 metros cuadrados en la que se iban a recoger los lixiviados y otra de acopio de residuos inertes para los materiales ya seleccionados.

Lo más visto